De noche, en la sencillez de las letras que dibujan o desdibujan esos sueños que tuvimos durante el día, me gusta leer tus «te quiero» porque los esperaba, porque los deseo durante todo el día.
Hablamos de todo y nada, en total libertad. Tus letras son como una abeja que zumba buscando néctar. Mis letras son algo erráticas, como una hoja arrastrada por el viento caprichoso que a veces la eleva y otras la deja caer.
Nos desnudamos de pretensiones y apenas nos cubrimos de esos juegos con los que dibujas una sonrisa en mis ojos... ¿Dibujan mis letras una sonrisa en los tuyos? Quiero creer que sí.
Te quiero...
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame