viernes, 26 de abril de 2024

Mandalas

En la quietud de la noche, cuando las estrellas susurran secretos al viento,
Y la luna cruza la bóveda celeste,
Miro en el cielo hacia el sur, entre el oriente,
Y allí te encuentro, mi amor, como una estrella fugaz, una promesa.

Quiero dibujar Mandalas de colores en tus sueños,
Mandalas azul profundo, como el cielo que guarda infinitos misterios,
Reflejando el anhelo de mi corazón que en ti encuentra su puerto.

Mandalas verde esmeralda, como la hierba fresca,
Símbolo de la esperanza que renace cada día,
Mandalas rojo brillante, como el fuego que nos consume de amor,
brasa ardiente que en nuestras almas permanece.

Cada línea, cada trazo, es una pincelada de cariño sobre ti,
Quiero dibujar Mandalas en tus sueños, para que al despertar,
lleven contigo los mantras que canto en tu ausencia,
Murmullo de amor que te acompaña por las noches.

Que mis Mandalas sean el refugio de tus noches, 
la melodía que te arrulle en sueños y te dé paz,
Y al despertar, recuerdes que eres amada, que hay esperanza,
que eres un universo en expansión, lleno de infinitas posibilidades.

Quiero dibujar Mandalas de colores en tus sueños,
Para que al despertar, sepas que un día las plasmaré en tu piel,
como símbolo de nuestro amor.

Twitter: Owiruame

jueves, 11 de abril de 2024

Te quiero

De noche, en la sencillez de las letras que dibujan o desdibujan esos sueños que tuvimos durante el día, me gusta leer tus «te quiero» porque los esperaba, porque los deseo durante todo el día.

Hablamos de todo y nada, en total libertad.  Tus letras son como una abeja que zumba buscando néctar. Mis letras son algo erráticas, como una hoja arrastrada por el viento caprichoso que a veces la eleva y otras la deja caer.

Nos desnudamos de pretensiones y apenas nos cubrimos de esos juegos con los que dibujas una sonrisa en mis ojos... ¿Dibujan mis letras una sonrisa en los tuyos? Quiero creer que sí.
  
 Te quiero...

Twitter: Owiruame

lunes, 1 de abril de 2024

ella

No sepulté a mi madre.
En la tierra árida no la dejé.
Su espíritu, flor del desierto, se liberó, mas no se fue.

Ella, flor nacida en el desierto, resistente y valerosa,
sus raíces, fuertes y hondas, en la tierra arenosa.

Ella, voz, agua y sal entremezcladas, en la brisa nocturna susurra profecías.
Cantos de cuna, ecos de tormentas y alegrías.

Ella, manto de la noche, velo de estrellas, vigilia de mi sueño, y de mis amores.
De mi desvelo compañía, ángel guardián de mis albores.

No sepulté a mi madre.
En mi corazón vive y es presencia.
Su voz, me acompaña, pero más su oído, confidente de mis cantos y latidos.

Ella, escucha mis historias, alegrías y lamentos,
escucha sin juzgar, con tierno amor.
En el silencio encuentro su abrazo, refugio donde mi alma encuentra su calor.

No sepulté a mi madre.
Vive en mi canto, en mi risa, en mi alma.
Su amor, es luz que no se apaga, su canto, un abrazo que trae calma.



Twitter: Owiruame