En el Instituto Newton, la coordinación horaria era un dilema cósmico. Flux, Poe y Gamma insistían en impartir clases en el grupo 73SC simultáneamente, desafiando las leyes clásicas de la física. Agotado, el coordinador académico activó el Aula Q-System001, un experimento pedagógico basado en superposición cuántica.
Al ingresar, los profesores se difuminaron en ondas de probabilidad, sus voces resonaron como interferencias armónicas. Poe explicaba sintaxis mientras Flux desdoblaba ecuaciones en pizarras paralelas; Gamma, entrelazado, debatía filosofía consigo mismo. Los alumnos, partículas atentas, colapsaban realidades al tomar apuntes.
Al finalizar, los docentes emergieron intactos, aunque Poe murmuró: "Creo que di clase en 14,000,605 posibles universos…". El coordinador sonrió: la materia seguía impenetrable, pero el horario, cuánticamente flexible.