Cristo sacó a los mercaderes del templo. Pero hoy en día nadie se atreve a sacar a los mercaderes del templo.
Y nadie se atreve a sacar a los mercaderes del templo, porque los mercaderes tienen la hipoteca del templo.
Cuando los constructores de iglesias construyen iglesias con dinero prestado de mercaderes, aumentan el prestigio de los mercaderes.
Pero el aumentar el prestigio de los mercaderes no aumenta el prestigio de la Iglesia.
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