Ausencia: Viento helado de un invierno seco, eco sordo de una habitación vacía, luz que se apaga poco a poco hasta ser sólo una sombra.
Él suspiró y se asió de lo intangible, dirigió una plegaria hacia el cielo mirando el vacío de la oscuridad. La esperanza es el refugio de todos los desamparados y él, hoy era uno más: bienaventurados los pobres... porque sabiendo que no tienen nada están listos para recibirlo todo.
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame
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